Manías

Venga este es un post de desahogo.
¡Estoy hasta los mismísimos de las manías de mi hija!
Pensareis, que exagerada que eres, si sólo es una niña de 5 años. Pues menos mal, porque como vayan creciendo sus tirrias con la edad voy apañada.


A mi la verdad que lo que me pone más nerviosa es su "baile de San Vito" en todo momento, las causas pueden ser varias:

- Pliegue indistinguible por el ojo humano en el calcetín, o que la costura de la puntera no esté en su sitio o que ella considere que le van pequeños/grandes. Esto puede suceder a la vez o en sucesión o en bucle.

- Etiquetas varias. Le molesta la etiqueta que hace dos días no le molestaba, la cortas, y dos días después le sigue molestando. ¿Es un reflejo? ¿Existe un fantasma que vuelve a regenerar las etiquetas? Misterios de la ciencia.

- Pantalones que le van cortos/largos/grandes/pequeños/estrechos a gusto de la consumidora. El mismo pantalón puede pasar por varios estados. Últimamente le ha dado por decir que todos los pantalones de pijama le van cortos, porque se le suben mientras duerme, no se salva ni la última adquisición Frozen elegida por ella.

- Zapatos, puff, esto si que tiene miga. La llevas a comprarse unos zapatos, elije ella, se los pruebas, compruebas que le vayan bien, ¿te van bien?. Ella responde que y que le gustan mucho. Día siguiente, ¿Paula estrenamos los zapatos nuevos? Sí!!! Se los pones Me hacen daño! ya no los quiero...Cara de poker.

-Bragas, esta es nueva. Se las estira hacia el infinito y más allá, provocando que sean bragas sobaqueras. La ves retorcerse, metiéndose mano en el pantalón para tirar de ellas y que sobresalgan por encima de los pantalones. Tengo una Julian Muñoz en potencia.

Todo lo anterior sin contar que, la taza del desayuno ha de estar en una posición especial para beber de ella, que las cañitas ha de estirarlas antes de usarlas (si por casualidad lo has hecho tu se monta el pollo), etc, etc.

Y yo que hago ante esto, pues lo normal, no darle importancia, intentar explicarle el porqué de muchas de las cosas.
Pero hay días, que la bola se hace grande, que la ves que empieza a quejarse por todo, que tus palabras no la calman y que tu cabreo crece exponencialmente, y llega al punto que explotas y le metes dos gritos, y lo cortas de raíz.
Esos días, me siento fatal, creo que soy lo peor, que Paula ha conseguido sacarme de quicio otra vez y que no soy capaz de controlarme.
Esos días que luego te arrepientes de los gritos y las prisas, que la ves llorar y piensas que tan sólo es una niña de 5 años que intenta definir su personalidad y que en ese intento también entra en poner en aprietos a sus padres.
Esos días que al final acabas abrazándola y prometiéndote que la próxima vez (y sabes que habrás muchas más) aguantarás un poco más.

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Sobre mí

Hola! Soy una mamá informática que no para quieta. Este blog es un reflejo de todas mis aficiones. Espero que lo disfrutéis.

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